Resistencia en el flanco débil

diciembre 30, 2009

Si la mochila ajusta...

Ya ven, perdiendo el tiempo con el Photoshop en lugar de dormir las horas que a uno le pide el cuerpo. Les invito a hallar las diferencias que, a la vista está, no llegan a siete...




Imagen: José Ortiz, 1986



¿Y total para qué? Para perpetrar barbaridades... Como de costumbre.

diciembre 27, 2009

Emiten Piratas del Caribe 2, o lo que es lo mismo: La Disney méandose en William Hope Hodgson


1) Artículo sin desperdicio de José Ramón Vázquez en Prospectiva: ¿Steampunk, Retrofuturismo o CF Vintage... Quién da más?


"Al rebufo del éxito que está cosechando el steampunk han aparecido dos nuevas visiones retrofuturistas, que cambian la energía que mueve la tecnología imposible y, por supuesto, las constantes propias del escenario. Quizá las más pujantes hoy día sean el clockpunk (en la que los mecanismos de relojería y las invenciones de Leonardo son de uso cotidiano en el Renacimiento) y el dieselpunk (radicado en el periodo de entreguerras con el art-decó y las dictaduras nazi y stalinista, aunque en amplio sentido podría entenderse obras como Mad Max dentro de la definición), aunque de acuerdo a este espíritu y clasificación no es descabellado que un futuro surjan términos como atomicpunk (del que la saga de videojuegos Fallout sería un claro exponente) o stonepunk (encabezado por Pedro Picapiedra y su uso de dinosaurios como objetos tecnológicos de uso cotidiano)."

No hay nostalgia peor que añorar lo que jamás sucedió
José Ramón Vázquez

2) A través de El Sitio me entero de que el fantasma de las navidades futuras se adelantó una barbaridad y se nos llevó al gran Dan O'Bannon, guionista de un montón de películas grandes del moderno fantástico; Alien, Dark Star, Muertos y enterrados, Heavy Metal, Lifeforce, El regreso de los muertos vivientes, Invasores de Marte (1986) y Desafío total, entre otras.


3) Sombras de Edgar Allan Poe (1):



y 4) Fragmento (literal) para la saca: Alimentar la mente de Lewis Carroll, Gadir Editorial, 2009.




diciembre 25, 2009

De cuando tenerlos bien puestos no era políticamente incorrecto...



En la navidad más que en cualquier otro calendario se hace bueno el dicho aquél, ése que canta: a cada cerdo le acaba llegando su San Martín... Miren si no lo de Berlusconi el otro día, ¡zas!, en la boca; y ahora lo del Sumo Padre Ratzinger, besando el suelo, sí, la lona, pero a lo bestiajo y en modo involuntario. Está claro que en Italia están que lo tiran, que andan con la iconoclastia por las nubes y hasta los cojones de mamonadas, con ese afán de navidulear el mundo que ya les dio allá por el 45, cuando colgaron a Mussolini y la Petacci a curarse al sol en plan pernil camisa negra con denominación de origen. Pena que hoy día para darle a los tiranos y demás impresentables de turno lo suyo, sin por ello caer hasta los restos en la casilla del talego, previamente se habría de desatar una guerra, mundial a ser posible, con mucha profesión de barbaridades explosivas y sangrientos sinsentidos, abundante en crímenes contra la humanidad y demás genocidios. Y no parece estar el horno para semejantes bollos, aún... El tema, empero, no es tanto saber que antes o después, cabronaco o no, hideputa o no, te van a acabar dando pasaporte. La cuestión reside más en qué clase de jamón se va a convertir uno. No sé ustedes pero yo me siento cada vez más perro verde, más extraterrestre, alienado y ajenado y exógeno de todo cuanto se suele convenir por vida, por existencia, por mundo. Me la suda un poco todo y me resbala todo un mucho. De ahí, por supuesto, el largo silencio, este inescribir de prácticamente dos meses que fue hasta ahora y aquí, que aquí y ahora tengo el mal gusto y el indecoro de destruir. Espero me excusen el ripio y la cursi eufonía, este finolis esteticismo barato y de marca blanca, si les confieso que al menos el tiempo lo empleé en la mayor salud que puede haber, esto es, leer cosas chulas, de bien ponderar, que a nada bueno conducen, cierto, que a ninguno salvarán de la quema, pero que ahí están. Como Berlusconi-Nosferatu, que ahí lo tienen también, está visto, ardiendo en deseos de ponerse a las órdenes de la autora de cul(t)o por excelencia, la de los chupasangres fashion, Stephenie Meyer: de aquí a seis meses disponible en sus librerías y la próxima Pascua en sus pantallas... Qué bonito es el mundo sin el olor del napalm por la mañana... ¡y qué soplagaitas!